Nuestra primera sucursal comenzó como una pequeña tienda en el centro de Ramos Mejía, en la zona oeste de Buenos Aires. Fue fundada en el año 2015 por sus actuales dueños Rodrigo y Noelia. Al principio, la tienda contaba con un stock limitado y con poca variedad de productos. Pero con el tiempo, la tienda se expandió para ir aumentando nuestro stock y variedades, ya sea, desde tabacos hasta las bebidas y artículos regionales. Entre los años 2018/2019, Comenzamos a hablar directamente con los importadores y/o gigantes de la industria. Eso fue lo que "popularizo" aún más la tienda. La tienda se convirtió rápidamente en un destino de encuentros de buenos momentos, y personas de las zonas de alrededores comenzaron a hacer viajes especiales para visitarla. En el año 2020, la tienda se vio afectada por la pandemia, y con esa tragedia mundial, nuestro equipo tuvo que cambiar la manera en la atención, si bien el trato era similar, se perdió el contacto afectivo que nos caracteriza, el fundador fue fundamental para que no se rompiera la relación cliente-vendedor, y es que estuvo en contacto con cada uno de ellos. Hoy en día, la tienda sigue siendo propiedad de los mismos dueños, y sigue siendo un punto de referencia para la comunidad local y para aquellos que aman los buenos momentos. La tienda ha pasado por muchos cambios a lo largo de los años, pero siempre ha mantenido su compromiso con la calidad y la autenticidad, y su historia es un testimonio de la importancia de mantener la tradición y la innovación al mismo tiempo.
Llegado el año 2017, comenzamos con la búsqueda de expandirnos y poder acercarnos a nuestros clientes de las zonas aledañas. Ya para el año 2018, surge nuestra segunda sucursal, asociándonos con Milton una gran amigo de la familia Reinar, quien rápidamente, los visitantes de la tienda le tomaron cariño por su amabilidad y buena disposición. Está sucursal se encuentra en el corazón la ciudad de San Justo. Desde el primer día fue muy bien recibida por sus vecinos, los clientes estaban muy contentos, por el paso que dimos para acercarnos a ellos, ofreciendo la misma calidad que recibían de nuestra primera sucursal. Con esta nueva sucursal, también comenzó una nueva circulación de clientes que no nos conocían, y con ellos comenzó una nueva difusión de "boca en boca" que provoco una reacción positiva para nosotros, ya que hablaba muy bien de nuestro trabajo y el compromiso que tomamos desde el día uno para brindar la mejor atención. Actualmente, la tienda sigue siendo atendida por nuestro amigo y socio Milton, que ha sido la cara visible desde el primer día. También es el gran responsable del éxito de la sucursal en la zona, ya que por su personalidad brinda una excelente atención que habla muy bien de su calidad humana.
En el año 2020, con plena pandemia del covid-19, necesitamos un cambio, algo que pueda permitirnos llegar a nuestros clientes que venían de la zona del Palomar, ya que no se podían acercar a nuestras sucursales, y al comercializar productos no esenciales se nos hacía muy difícil la entrega a domicilio. Y fue así que Rodrigo tuvo la idea de arriesgarse, y de abrir una nueva sucursal cerca la zona, y es cuando abrimos nuestra tercera sucursal ubicada en Ciudad Jardín, pleno centro de la ciudad del Palomar, a pocos metros de la estación y justo enfrente de la plaza del aviador. Esta sucursal fue creada ya con toda la experiencia adquirida durante los años, armando un local distinto a los anteriores, pero manteniendo la esencia que caracteriza a nuestras sucursales. También aprovechamos nuestra experiencia en la atención, para poder orientar a nuestros clientes en los productos de los cuales se iban a sentir más identificados, y así lograr que ese cliente pueda experimentar un agradable momento personal. Al día de la fecha, la tienda ya se hizo muy popular en la zona, y es parte de la comunidad como si hubiera estado desde toda la vida en el pueblo de Ciudad Jardín, conociendo la historia de vida de la mayoría de nuestros clientes, la atmosfera que se creó sobre este lugar, transmite una sensación de amistad, que se pierde la línea entre vendedor-cliente, haciendo que cuando una persona que entra a comprar, se sienta que está en un lugar familiar, donde siempre es bienvenido.